Bajo palio (I)

Recuerdo que tendría unos diez años y acompañaba a mi abuela, muy devota ella, al paso del Cristo del Amor. No sé qué día era ni la hora exacta, solo que era una de esas noches frías, el suelo estaba mojado y yo llevaba un paraguas en la mano. La lluvia comenzó a arreciar al son de cornetas y tambores, mi abuela soltó mi mano y yo abrí aquel objeto. Al instante, un buen cofrade se acercó amablemente y arrebatándomelo me dijo unas palabras grabadas a fuego, "si se moja el Cristo nos mojamos todos", acto seguido, el nazareno lo golpeó varias veces. Mi paraguas yacía destrozado en el suelo y con él la angustia y el coraje hacia el fanatismo semanasantero que coarta la libertad y capacidad de un pensamiento libre.

Historia no inventada por V.A.