En nuestra habitación (II)



Ven, tan dulce como ayer
sube por estos callejones
ingrávida gratitud.
Cierra los ojos y déjate amar,
acaríciame, despiérteme. 

Y quemar, aniquilar
cualquier atisbo de recordar
tu mirada en mi mirada,
tus palabras calladas
ahogadas en un mar de silencio.
Así me permites volar,
consigo respirar.

Cierra los ojos y déjate llevar,
retumba en el olvido,
ahora muero contigo...

Dejo de respirar
y cierro los ojos una vez más,
me permito descansar,
alajarme de ti, 
de tu música y tu despertar,
de este amor fraguado
y besos en mi habitación. 



Comentarios

Entradas populares