A lo lejos

Despierto y ahí estás tú.
Los rayos del Sol entran en ambas habitaciones.
La distancia parece inquebrantable. A lo lejos, tú.
Deja que te acaricie tu tersa piel y que empape tu cuerpo de dulces besos.
Al caer la noche nos despedimos detrás del cristal, esperando un nuevo día.
Diferentes ventanas y dos sonrisas traviesas.

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