El adiós de Tiberio Graco

Imagen: Roma y el río Tíber

No pensaba en una revolución. Pero si creía que podría cambiar ciertas cosas. Creció viendo el sudor y la sangre de cientos de esclavos y cómo algunos otros morían de hambre. Pensó y actuó. Sin embargo, éste no pudo ver lo que había detrás de aquella idea. Su sangre corría por el Tíber, mientras sus enemigos celebraban su muerte.

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